sábado, 20 de abril de 2013

Limusina de Obama es remolcada

     El pasado mes de marzo de 2.013 el presidente de EEUU, Obama visitó Israel. Su limusina denominada LA BESTIA es un coche formidable concebido únicamente para él y del que sólo existen 2 unidades. El coche blindado de la marca Cadillac posee unas características excepcionales.

   Sin embargo, algo le ha sucedido a dicho vehículo cuando la grúa se lo ha llevado. ¿Qué le habrá sucedido?, lo habrán saboteado, necesitará una revisión, tal vez habrá sufrido una avería, un ataque,….



   La respuesta es mucho más simple, sencillamente en el repostaje al coche le han puesto NAFTA (gasolina) en vez de gasóleo convencional. Pero cómo puede sucederle esto al coche del presidente de los EEUU. La respuesta es muy sencilla, igual que a la mayoría de los mortales cuando repostamos.

   El problema es que a estas alturas del siglo XXI la mayoría de los coches no tienen un sistema para evitar la equivocación al intentar cargar el carburante incorrecto. Sólo BMW desde hace un año incorpora un dispositivo antierror en todos sus modelos. Este sistema se denomina genéricamente POKAYOKE. Son por lo general sistemas sencillos, de bajo coste, que impiden que aunque tengas un mal día no te puedas equivocar al ejecutar una operación, o en caso de que la pieza no cumpla una propiedad no pueda ser procesada en el siguiente puesto de trabajo. Generalmente a los POKAYOKES se le denominan sistemas antitontos, porque no te permiten el error aunque quieras.
   
   Pues bien, la ausencia del POKAYOKE en el depósito de combustible (coste unos 60$) ha hecho que un coche de 210.000.000 $ no esté operativo.

   A un coche que consume gasóleo es más fácil cargarle gasolina porque el boquerel al ser más pequeño no es fácil percatarse. Por el contrario, hechar gasóleo en un coche de gasolina es más difícil porque el boquerel no entra en la boca del depósito, porque tiene mayor diámetro.

   A muchos, nos puede parecer raro tal confusión. Pero imaginad, que una pareja se intercambia habitualmente el coche y son de distinto tipo de combustible, o el coche particular y de la empresa son de distinto carburante. En estos casos, en un mal día no sería de extrañar que se diese la fatal confusión.

   Una vez cometido el desliz que consecuencias hay? Hay 2 consecuencias con sus costes:
1.     Coste de reparación
2.     Coste de oportunidad

   1. Coste de reparación. Es el coste de subsanar el problema. Lógicamente no tendrá el mismo coste percatarse inmediatamente del fallo antes de encender el vehículo que cuanto este ya haya circulado unos kilómetros. En este último caso habrá que limpiar el motor.

2. El coste de oportunidad muy a menudo no se tiene en cuenta o se infravalora. Por ejemplo, si vamos de vacaciones y pinchamos una rueda. El peder media hora en el cambio no supondrá más que un retraso en llegar a ese idílico destino. Pero si vamos justos de tiempo para coger un avión y pinchamos, las consecuencias pueden ser mucho peores: pérdida del vuelo y ese contrato de negocios por el que se había luchado tantos años.

   En el caso de Obama, quizás haya llevado consigo el segundo coche oficial y las consecuencias habrán sido menores. O por el contrario, tubo que variar su agenda en ese país al no disponer de otro vehículo de características de seguridad similares.

   En otra ocasión Obama ya tuvo otro percance con LA BESTIA en Irlanda. El coche quedó atrapado en una entrada debido a un cambio de rasante del pavimento. Seguramente si se hubiese hecho un buen estudio A.M.F.E. (análisis modal de fallos y efectos) antes de la fabricación del vehículo estos defectos no habrían existido.

Ante cualquier duda no vaciléis en consultarme.
Jesús Fdez
leanfacil@gmail.com