Brawn GP Formula One Team fue una escudería
británica de Fórmula 1, fundada el 6 de Marzo de 2.009 por Ross Brawn, hasta
entonces director técnico de Honda.
Por
falta de un comprador del equipo Honda, Ross Brawn
se hace cargo del equipo por el precio simbólico de una libra esterlina
y el equipo pasa a estar financiado por Honda. Los pilotos
titulares de la anterior escudería, Jenson Button
y Rubens Barrichello, deciden permanecer bajo las
órdenes de Ross Brawn reduciendo sus salarios.
Las dificultades iniciales fueron tales que
los coches estaban totalmente blanco, sin patrocinios. Pero el equipo fue
consiguiendo varios patrocinadores conforme avanzaba la temporada, incluyendo
Virgin, MIG Investments, Henri Lloyd y PerkinElmer.
El arranque del mundial de 2.009 fue tal
espectacular que de 7 carreras ganaron 6. Al finalizar la temporada, Brawn GP se había convertido en
el primer equipo en la historia en
conseguir el Campeonato Mundial
de Constructores y el Campeonato Mundial de Pilotos
en el mismo año de su debut.
Jenson Button acabó primero de la clasificación de pilotos y Rubens
Barrichello, tercero.
La
causa de su éxito se debió al revolucionario DIFUSOR EXTRACTOR TRASERO. El propio Brawn declaró que si el resto
de equipos no había sabido interpretar el reglamento, no era culpa suya...
La
superioridad aplastante del principio del campeonato debido a esta ventaja
competitiva le permitió ganar el título mundial
Además el ser el último equipo en arrancar
la temporada 2.009 fue más que un inconveniente una ventaja, privando a los
demás equipos del valioso tiempo para copiar sus innovaciones.
“Aquel
ingeniero que marco la ley allí por donde pasó y ha demostrado su
talento con sus 14 campeonatos conquistados, lo ha vuelto a conseguir.”
La
escudería Brawn GP
se embolsó una ganancia de 117 millones de euros gracias a la consecución
de los títulos mundiales de pilotos y de constructores. Tras este glorioso año
Brawn vendío el equipo, pasándose a denominar Virgin. El equipo Virgin no volvio
a conseguír algún éxito, extinguiéndose años después.
Un artículo de
La Gaceta del 20 de Octubre de 2.009 lo relata como sigue.
El éxito de Brawn GP se basó en una arriesgada operación de ‘management’
“Los empleados de Honda, con Ross Brawn al frente, se
hicieron cargo de un equipo sin apoyos”
Con el Mundial de
Button y el campeonato de constructores, Brawn GP es la escudería más feliz
del paddock. El equipo liderado por Ross Brawn ha logrado
romper la jerarquía de la Fórmula 1 desbancando a Ferrari, McLaren y Renault
de la pole y adelantándoles por la derecha.
Todavía bañados en el champán de la victoria, todo son
felicitaciones y vítores para la nueva escudería, que se ha convertido en el
primer debutante en celebrar los dos títulos. Lejos quedan los humildes inicios
de una estructura que ha pasado de la desaparición a la gloria en pocos meses.
Como su propio nombre indica, es
Brawn GP un equipo de autor. El milagro automovilístico jamás hubiera sido
posible sin la participación de Ross Brawn, que cambió su papel de director
técnico en Honda para ponerse al frente del nuevo proyecto a cambio de una
libra esterlina y de asumir la deuda del equipo japonés.
“La
nueva escudería ha sido la primera que logra el Mundial de pilotos y el de
constructores el año de su debut en Fórmula 1”
El cerebro
El célebre ingeniero, avalado por sus éxitos en Benetton y
Ferrari, evitó la anunciada desaparición de Honda con una solución tomada del
mundo de la empresa. Bajo la fórmula conocida como Managment Buy Out, los empleados de la escudería pasaron a ser los dueños de la
misma. Ese trasvase de poder dio al brillante cerebro de Ross Brawn manga ancha
para desarrollar un coche ganador.
Y de ahí al monoplaza con el nuevo difusor de doble plano. Este
ingenio mecánico, que Brawn desarrolló aprovechándose de los resquicios del
reglamento, otorgó a los debutantes una ventaja competitiva tan notable que ha
acabado por darles el Mundial.
El nuevo dueño aprovechó las infraestructuras de Honda, que
contaba con dos túneles del viento, uno de los presupuestos más generosos de la
parrilla y mil trabajadores en plantilla, para diseñar su avance. Para cuando
la Federación Internacional del Automóvil (FIA) declaró legales los nuevos
difusores ya era demasiado tarde. Pese a que todos los equipos se lanzaron a
equiparlos contrarreloj, los Brawn GP ya habían conseguido la suficiente
ventaja como para poder permitirse no seguir invirtiendo en su coche.
El tremendo éxito de este
visionario de los circuitos ha trascendido el ámbito del deporte, llegando a
maravillar al mundo de la empresa. Antoni Gutiérrez-Rubí ha analizado el
fenómeno en su libro Lecciones
de Brawn GP, Diez claves empresariales para competir con éxito. El
autor señala el talento de Ross Brawn como el verdadero elemento de distinción
frente a otras escuderías con más posibles. “La clave es haber visto lo que
los demás no veían en el reglamento. La innovación consiste en
encontrar esa rendija y ser el más rápido en explotarla”, señala a este
periódico.
“El
ingeniero asumió la deuda y las nóminas de mil empleados de Honda con el as en
la manga del difusor de doble plano”
Con arrojo
Otra de las cualidades que
se destacan de Ross Brawn es su valentía. Haber asumido la deuda de un equipo
profesional con el único aval de su patrimonio podría considerarse un salto al
vacío sin red. “Pero él confío en sus posibilidades y cambió las reglas del
juego demostrando que un pequeño rápido puede ganar a un grande lento”, tercia
Gutiérrez-Rubí.
Tan seguro estaba de su
triunfo que puso a correr el monoplaza sin patrocinadores y adelantó los
derechos de imagen de esta temporada y de la siguiente para cubrir gastos. Con
las victorias llegaron los anunciantes: primero fue Virgin, que les paga
250.000 dólares por carrera en un peculiar acuerdo, y luego se han ido uniendo
otras empresas como Mapfre. Una vez erigido en campeón, Brawn trabaja en el
monoplaza del año que viene. ¿Qué nuevo avance?
Ante cualquier duda no vaciléis en
consultarme.
Jesús Fdez
leanfacil@gmail.com